En el libro Written on the City, Axel Albin y Josh Camler proponen una división de los graffiti en tres grupos: del ego, estéticos y con mensaje. Acá va el texto traducido y una invitación a recorrer dichas categorías.
Graffiti del ego
Como una campaña de marketing, como un perro meando en las alcantarillas y en los árboles, el graffiti del ego quiere difundir el nombre de su creador en toda la comunidad etiquetando tantas superficies como sea posible. No dice nada más que el nombre, repitiéndose en cada lugar que se lo encuentra. Se trata de mí, no de vos.
(Mirá algunos en Tags.)
Graffiti estéticos
La pieza, la quemadura, el vómito, el mural: este es el graffiti para el consumo estético. Más que cualquier otra cosa, primero es bello. El impulso detrás de esta clase de graffiti es generoso. Es un regalo para los ojos, para el mundo visual que compartimos.
(Mirá algunos en Dibujos.)
Graffiti con mensaje
Destinado a ser leído y accesible para cualquiera que pase, el graffiti con mensaje está tratando de decirte algo. Quienes lo hayan escrito no te conocen, ni vos lo conocés a ellos, y tampoco importa. Es lo que ya se dijo, es el mensaje lo que importa.
(Mirá algunos en Consejos y pedidos.)
Desde La Plata, Luxor Magenta cuenta cómo empezó a hacer sus trabajos de "pintura callejera". Con un estilo reconocible, de colores saturados y figuras anchas de ojos abiertos, sus imágenes nos miran desde paredes, contrafrentes y persianas.
Graffix Oster aparece de maneras bien diferentes en muchas paredes de Córdoba Capital. El nombre se repite, las formas mutan. Cosas de la época, nos conocimos por Facebook (lo propusieron en la última encuesta), vimos fotos de trabajos en sus webs, y le mandamos un par de preguntas. Las respuestas, claras, generosas, dejan entrever años de práctica y formación, y una forma creativa de habitar la ciudad.
Hacé tu recomendación en los comentarios.
Y si tenés un link de donde leerlo, se agradece.
Witold Gombrowicz nació en Polonia en 1904. Vino a la Argentina en 1939 y la Segunda Guerra Mundial lo dejó en estas tierras hasta el 63. En el medio, tradujo, colectivamente, Ferdydurke al castellano, publicó Transatlántico, Bacacay, Pornografía y llevó unos diarios. Partes de ellos fueron publicados: Diario argentino (Sudamericana, 2001). En este fragmento, se refiere a escribir en los baños de las confiterías.